Conciencia de dolor

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"Yo soy un Tenor ahogado en el delirio, marcados en un mapa como ghetto por exilio" CARMONA (Por mi boca defeco - Arrabalero - 2016)

La historia es así… Casi desenfocada y ligeramente torcida a un lado u otro. Lo importante es el contenido, ese que estás buscando a diario y llena cada momento. Se hace canino al ladrar. No hay metáfora acá, no la busques, esto viene sin aditivos directo al estómago. Este texto se escribe sólo aparentemente. O eso parece hasta que ocurre lo imposible, para mal o para bien pero siempre acabando para bien… para eso vinimos. No para otra cosa, nada se detiene. El destino vino de la casa, el más barato y necesario en caso de emergencia. La conciencia es muy importante me dijeron y mis neuronas hicieron caso. Hace un tiempo, un amigo de un amigo comentó lo ridículo que resultaban los mensajes en muros de redes sociales dedicados a personas desaparecidas “Pero, ¿Qué piensan? ¿Creen que van a leerlos?”. Ay si leyera Syd ésto lo que imaginaría sería irreductible. Se volvería a su casa a carcajada limpia. Sin salir de mi estupor, el amigo que era ya de antes el amigo del amigo de mi nuevo amigo nos informó que hay una opción de que, al partir, se cierren todas tus actividades en la red para entregarlas a tu familia en un sagrado pendrive: “Como si fuese una urna con las cenizas”. Mi cabeza se dió vuelta, me saqué el sombrero y debí irme porque lo recuerdo muy lúcido. Eran las Fallas de 2014, creo, y venía de pegar carteles como 7 horas. Rengueando a destajo con un carro como compañero. Un Rolser, para más señas, el Rolls Royce de los carros. Un par de cervezas y a casa para seguir al día siguiente… Han pasado cuatro años y reclamo las cenizas de tu vida en internet. No las consigo y tengo que ordenarlo directamente. La responsabilidad está presente… te has salido del todo y parece que no terminás de arrancar. Me acuerdo de mi querido amigo Matías Ferraro. También del Buka. Buena gente, de la mejor.

La historia sigue…y el mundo girando. Deberían darme un premio por repartir premios y aplaudir a los demás. Tuve un nuevo episodio, uno inédito que rozó el spin-off y tuve que cancelar mis cuentas con la vida virtual. Un snipper contratado para seguir buscando mi destino como un Easy Rider. Me cansé de regalar ideas al aire que ya de por sí es gratis. Por necesidad, con o sin polución, nos lo van a cobrar. Para mí reforzar un muro a diario se convirtió para otros en quedarme fuera de mi casa. Tal cual, sin adjetivos ni esperpentos. Lanzando mensajes en botellas para conseguir lo pertinente y auxiliar. Los resultados me extenuaron cuando llegaron en dos mensajes privados. Uno venía de un gran amigo en forma de “Soberbia” y Dos llegó hace poco con un honesto “miedo” inesperado. Paranoia le llaman, clave de Mí, según Lewis. Esto puso un cerco policial de éstos de película cuando sucede una tragedia, que a veces va por dentro. Tiré el muro de un golpe (el de la T.I.A.) por una sensación de vacío repleta de pensamientos vacuos. La gente lee mal, es una epidemia, digan lo que digan los demás. Se extiende en forma de inmediatez y falta de conjunción o compañerismo por semejanza borrosa. Las líneas paralelas se distanciaron para cruzarse, no podía ser pero era. He tenido que escuchar muchas cosas pero leerlas cuando se supone que no debías poder hacerlo es doloroso y duró. La conciencia, ese malestar de los demás tan solamente. Bien, que se queden con sus pescados capitales… me hago vegeta y sigo al siguiente planeta. “Lo siento” pero lo curioso realmente es que nunca dejé de sentir. Ni siquiera en pleno éxtasis de hervor amistoso. Las choques de manos se transformaron en palmaditas en la espalda. No me digas que no lo dijiste pero cuando te acuerdes no te olvides que te dije que no me lo dijeras. No soy un superagente aunque esté metido en cada máquina inimaginable mediante posturas generalmente incómodas. Es muy simple pero lo haces complicado para no aceptar la realidad… claro, luego vienen las disculpas parrafales y el aquí no ha pasado nada porque uno es idiota. Uno, dos…y así todas y todos. “Recuerdos que duelen…” canta Cathy Claret “…palabras cruzadas, llamadas perdidas…silencios que matan”. Y uno aprende, de los más grandes y los más pequeños. Yo vivo con uno de éstos y soy el lazarillo. Esa es la profunda verdad. Y este maestro quiere empezar a ser alumno, no dejes de enseñar lo invisible dice la conciencia. Sé transparente como el agua, my friend, aunque “hay que ser bueno pero no hay que ser boludo”. Ay, ay de sobra.

La historia ésta. Abandoné la red social prominente de The Wall, también la de mensajitos hirientes que incluyen hasta obituarios y la otra que yo llamo “mi retrete intelectual”. Fue divertido mientras duró, pensé. Y no miré atrás, seguí y seguí. Como lo hacía Baltasar, antes que el otro Baltasar. Los reyes magos son los padres a veces, sí, pero no merecen sobrevivir a sus hijos. Eso es “lo más doloroso” y exige una fortaleza que no puedo concebir. Lo he visto pasar delante de mis ojos, desconozco si otros estaban despiertos a esa hora. Entonces decidí reabrir el lavabo de lo compartido porque sin embargo no recibo casi feedback alguno. No importaba, lo básico era la exportación. “Fue necesario” como el voto de silencio de Dahani. Si El Lobo avisa de que viene Pedro, probablemente tampoco le hagan caso. Mi reflexión diurna tuvo un reflejo inmediato: de esa forma llegué al videoclip de Ma Maison. Una gema brillante y delicadamente férrea, una delicia de localizaciones, vestuario, atrezzo, actuaciones, ideas de un muro imaginario que albergan una canción valiente que bien vale muchos meses habitando en lo más alto. It made my day, mi semana diría como una buena nueva. Y leer acto seguido la entrevista a Darmo rememorando sus hazañas a capa en espalda respaldaron ese pensamiento de responsabilidad con uno mismo. “Mantenga vivos sus sueños”, máximas sin paragón. He vuelto a la red del pajarito para pintarla de colores y solamente eso. Si te interesa, puedes bajar hasta lo más profundo. Lo negro no es siempre oscuro, ya lo sabíamos en la intuición. Sencillamente no nos alumbraremos con el móvil al entrar en un túnel y seguiremos a paso firme. Es simple y es un hecho. Ya fue, claro, como tenía que ser. Porque lo intentabamos de mil formas, pero fue así porque… las opciones estaban en tu conciencia también y…como no podía ser de otra manera…fue lo mejor. No me importan las consecuencias. Tengo pruebas hasta ilegales, veamoslo igual en privado.

La historia es que si lees la entrada anterior es probable que pienses que salgo por el mismo sitio. Es al vesre, tal vez entraste por la puerta incorrecta en otro momento. No me gusta repetirme, por eso no la he leído para sacar lo mejor de mí mismo ahora. Siempre supe que existía el fin porque cada final es un nuevo comienzo cada vez, de forma continuada. Si me mantuve en mi empeño es porque me merecía lo mío y no encontramos otra manera de conseguirlo. Ni dependía solamente de nosotros ni nadie tiene un libro de instrucciones. No compres un manual, la autoayuda no la va a dar otro ni más blanco. Dar es dar y date un baño relajante de indiferencia que así marcarás lo que no está escrito. Yo estoy en la casa continuamente y quiero que se reconozca mi trabajo, no a mí por la calle. Ser famoso no, Ser humano. Si acaso lo dudabas. Como nunca dejé de ser, una duda constante impregnada en mi logo. Es probable que alguna piense que hemos llegado hasta aquí sin razones de pensamiento pero lo básico es pensar en razonar y menos en opinar. ¿Lo repito? Si no sabes de lo que estoy hablando, no hará falta. La conciencia te guía pero cuidado con la senda trazada no te encuentres con un crucigrama imposible de descifrar. Todos los cuadros se volvieron negros, no encontraste la palabra correcta a tiempo y te quedaste mirando el diario de anteayer.

Mi historia la estoy escribiendo a medida que se ensancha mi obra. Mi vida también la hizo así y fue independiente e inclusivo con los demás. Es vital que el camino más corto es el de la independencia absoluta, menos bocas que alimentar y reduces la cuantía de gente que habla con la boca llena. Es de mala educación, eso lo sabemos todos ¿Verdad?. Pero hoy en día hasta una sonrisa sincera se malinterpreta como una carcajada sonora in your face. Cada uno tendrá que lavarse los dientes y sopesar sus penas para pagar el precio consigo mismo. Parece gratuito decirlo pero el olvido está a la vuelta de cada esquina y sale caro en onda corta. Los libros, las películas y los discos cumplen una función opuesta en ese y otros sentidos. ¿O pensabas guardar la memoria solamente en tu cabeza inalterable? Sin límites pero con justicia poética, estos seis discos de la foto han marcado el antes y el después de una etapa que puedo ya mirar desde el ahora mismo. A lo peor serán los últimos en tu dial pero son los primeros en mi corazón. Ayer nomás hay más, corazón, puedes leerlo más tarde o más temprano pero las canciones crecen por encima de tu vista y oído…hay que mantener el olfato alerta para que los recuerdos regresen en el momento justo y así evitar malos pasos con piedras recicladas. En la mochila o en el camino, cualquier lugar es lícito para ocultar sentimientos encontrados. Hasta hay gente que los mete debajo de la alfombra, sin filtro ni de aspiradora, te digo. Quiero pensar y lo hago, como puedo en cada momento. Evitar el cambio es olvidarse de poner el intermitente. Junté “todo lo que no se puede comprar” y subí al “árbol bajo el agua” para seguir. Aguanté una y otra vez en la “sala de espera”, por mí y “por los que no están” ni siquiera a tiempo parcial. Junté las fuerzas hasta recibir “El Tesoro” y cuando tuvo que ser llegó “La Primavera”. Barriendo la basura a tiempo, ni antes ni después, así se ordenan las casas y los cosos. Matando cajas y redescubriendo mi mundo personal por adentro y por fuera. En el interín, vivir obviamente. Visto el Invasión Cerebral 119 y cumplidos los 14600 días hace unos meses, puedo comprobar que algún objetivo se obtuvo. “Tú sabías que esto iba a ocurrir” me dijo una amiga, además, y a mí me gusta pensar. Es mi deporte favorito pero la clave está en no pensar mal. Ser racional no es creer lo que se piensa, quien sea, una u otro. Hay que pensar y volver a pensar porque eso que estabas pensando ya no va a ocurrir igualmente más tarde. Ni siquiera en tu mente por mucho empeño que inviertas. Los golpes serán más fuertes, la caída será más alta y levantarse será algo más que un gran esfuerzo. A estas alturas, probablemente acabes en la tienda de empeños. Cabizbajo, avergonzado y reprimiendo tus instintos que es lo último que se pierde. Como la Esperanza, no hay otra explicación que dar ya, se han despejado los cielos y el barro ya no mancha. Esperanza (o esperar para bien el para bueno por ser mejor parar a tiempo), quizás ese concepto debería entrar con Respeto, Humildad y Paciencia pero se incluye en éste último. Creo, o quiero creer, por creador. Si no conseguiste ese nuevo objetivo, a ver, es necesario cambiar la lente. Recordalo incluso antes hasta tu pronto, que sino te vas a lastimar. No te lo diré más veces, me lo prometo y podés consultármelo. Y cuando te pase a vos, claro y seguro, no te olvides de mí porque sé que te puedo estimular.

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